Hoy no soy la misma…todos los criterios y parámetros que tenía en mi vida, ahora los desconozco, solo quedan algunas cosas de pie, las otras se han caído, se han derrumbado, no, mejor se han desmoronado, si, a pedacitos, como si hubieran estado construidos con arena, incluso con aire… el par de ojos que me siguen sigilosos y pícaros son la razón del derrumbamiento; los ojos, la mirada, y sobre todo el dueño de esa presencia, que no juzga, que se pliega a mis decisiones, que sigue mis pasos, casi al mismo ritmo; ese niño travieso que me mira con amor infinito cada día, y que me besa con un beso sonoro por si no me he dado cuenta, ha hecho que todo en mi vida cambie, que me reconozca distinta y que reconozca cosas en mi que detesto, cosas que me asustan, que me incomodan; ese niño, “mi” niño ha hecho en cinco meses lo que la vida no había logrado y ha hecho a fuerza de besos, de enojos y de juegos, que elija de nuevo mis conceptos, que los revise y casi que los aprenda, porque no sabía nada.
No sabía por ejemplo que era la paciencia, descubrirlo no ha sido fácil, tal vez ha sido lo más difícil de nuestra vida juntos; paciencia porque no piensa como yo, porque no percibe y no entiende las cosas como yo; paciencia porque su mundo es distinto al mío, y el tiempo solo es tiempo de diversión…no como el mío, a mi me falta el tiempo, necesito más tiempo, a él le sobra, tiene por montones y yo, yo, que no lo sabía, que hasta ahora lo empiezo a entender.
Entiendo ahora también distinto la noción del dolor, basta con que algo le cause daño para que a mi me duela el ser entero, es increíble, hasta las calificaciones del colegio me dolieron, no se cómo pasó pero creo que ahora también entiendo que la gente pueda enfermarse por amor.
Los 96 cm a su llegada (ahora estamos en 1m02, y crecemos juntos) tambalearon completamente los 1m72 con los que andaba, yo tan sabionda, yo tan desenvuelta, yo con tanta experiencia y cinco meses después resulta que soy más enana que él; la vida la resuelve tan fácil: me dice tan fácil que no le gusta que lo regañe, o que lo grite, y menos las palmadas, me dice tan fácil que esa no es la manera y yo me demoro tanto para escucharlo….me dice tan fácil que ande más despacio (en todos los sentidos) y yo sigo corriendo; me dice tan fácil que es más divertido jugar que leer cuentos, por lo menos en las tardes; me dice tan fácil, que aún no es tiempo de aprender formalmente, que aún necesita tiempo para aprender el mundo en el que es nuevo, el mío…que rico unos centímetros menos en mi cabeza y unos más (muchos más) en mi corazón y en mi alma, para escuchar a tiempo lo que a veces me grita….
Que cinco meses tan increíbles…primer día de cine, yo tan sabionda y con tanta experiencia en el tema, le digo que esteramos en un lugar oscuro, grande y que un televisor enorme nos mostrará los muñequitos…primera escena: se apaga la luz, él se emociona, mira para todas partes y me dice “waooo” ; segunda escena: la pantalla lanza luces maravillosas y un sonido increíble y me dice que no es un televisor y me da un abrazo enorme y excitado, no podía brincar porque estaba sentado…el resto de la película una gaseosa (casi entera) y las crispetas dulces (las más deliciosas que me he comido en la vida) en los intervalos de las risas, los gritos, los saltos, y los abrazos, por lo menos tres (la emoción lo conduce a hacer eso)…increíble, ni una pizca de susto por el lugar, por lo desconocido, por lo tridimensional…
Día de trabajo en casa, me ocupo de la ropa y otras cosas (hasta ama de casa resulté ahora), me siento a ver un programa, le digo que me pase el control porque estoy muy cansada…luego él recostado me dice, (respirando tan profundo como yo), que esta muy cansado y necesita “mi agüita”… su manera de decirme pásame mi agüita, que yo también he trabajado.
Que cinco meses tan increíbles…mis pasos ya tienen el camino trazado, no hay momento que no quiera estar o saber de él y la mejor recompensa a la espera son los bracitos que siempre me aprietan dulce el alma. Nada mejor que la alegría de una frase de 5 palabras (ya vamos en 5); nada mejor que la risa escandalosa, cuando por fin encontró la manera que estaba buscando; nada mejor que las ganas con las que se come el huevo en las mañanas, o el cuidado de sus manitos pegando los caramelos del álbum de chocolatinas…nada mejor que los adornos de mi sala, dos bellos muñecos en arcilla, nuestra primera obra a dos manos.
La transformación de la casa no ha sido tan abrupta como la de mi vida, pero no es raro encontrar en mi closet algún carro olvidado, o un stiker en mi agenda (ese encuentro me encanta), o dibujos en los trabajos que debo devolver, y hasta en los libros más queridos uno que otro rayón ha aparecido como por encanto; mis manos andan empegotadas, y ni que hablar del pelo; en mi bolso hay pañitos, kleneex, agüita en vasito de “río” o de “Ben 10”, todo depende del día; mi mercado ya incluye chocolatinas, nucitas, chococrispis, nugets, y fideos de caritas, estrellitas, letricas…mi cama los domingos se convierte en montaña rusa, lugar de accidentes y feliz rescate de bomberos, pero claro también hay un pirata feroz que se pasea por ahí haciendo de las suyas….
Nada mejor que los cinco meses que cumplimos hoy, nada mejor que la feliz coincidencia de mi sueño realizándose con él, pues solo con él, pudo haber sido, nada mejor que el tiempo que nos falta por compartir!!!!
